Un absceso es una pequeña bolsa de pus en los tejidos profundos debajo de su piel. El pus es un líquido espeso que generalmente contiene glóbulos blancos, tejido muerto y gérmenes.
Los abscesos se desarrollan cuando los gérmenes penetran el tejido debajo de la capa externa de la piel. En general, los abscesos son causados por bacteria, pero también pueden ser causados por un virus o un hongo.
Un absceso se puede producir cuando usted tiene una cortada, un arañazo, una picadura de insecto o un pelo encarnado, que permite que los gérmenes entren debajo de su piel. Una glándula de sudor tapada también puede causar un absceso.
Su sistema inmunológico, que es la defensa de su cuerpo contra la infección, manda glóbulos blancos a la cortada o el arañazo para matar los gérmenes. Se forma una bolsa en esa área para impedir que los gérmenes lleguen a otras partes del cuerpo. Si los gérmenes se siguen multiplicando, los tejidos alrededor del absceso se hinchan y duelen. Algunos gérmenes se pueden salir de la bolsa e infectan tejidos cercanos o entran en su torrente sanguíneo o infectan otras partes de su cuerpo. Una infección de la sangre puede poner en peligro la vida.
Los abscesos son más comunes y difíciles de tratar en personas que tienen diabetes o mala circulación, y en personas que tienen su sistema inmunológico debilitado por VIH (HIV, por sus siglas en inglés), cáncer u otros problemas de salud.
Los síntomas pueden incluir:
Si la infección se transmite a otras partes de su cuerpo, puede tener fiebre, dolores en el cuerpo y sentirse cansado.
Su profesional médico le preguntará sobre sus síntomas y su historia clínica y lo examinará. Es posible también que le hagan análisis de sangre. Una prueba del líquido del absceso frecuentemente identifica el tipo de bacteria que están causando la infección y qué tipo de antibióticos son los mejores para tratarlo.
A veces el único tratamiento necesario es drenar el absceso. Para ello, su profesional médico limpiará la piel sobre el absceso e inyectará un anestésico en la piel para entumecerla. Después su profesional médico cortará y abrirá el absceso, y lo drenará. Este drenaje de pus frecuentemente reduce el dolor de inmediato porque alivia la presión. Su profesional médico introducirá gasa dentro de la bolsa y dejará un poco de gasa afuera pasando por el corte en su piel. Esto permite drenar el pus que se forma en el absceso. Esta gasa se cambiará cada día o dos hasta que sane el absceso.
Si la infección comienza a propagarse a otras partes de su cuerpo o si su sistema inmunológico está débil a causa de otras condiciones, usted puede necesitar antibióticos.
El tiempo que tarda un absceso en sanar depende de qué tan grande es y dónde se encuentra. También depende de qué otros problemas de salud tenga. A veces tarda sólo un par de días, pero a veces tarda semanas.
Cumpla con todo el tratamiento recetado por su profesional médico. Tome el medicamento para el dolor o los antibióticos exactamente como han sido recetados por su profesional médico. Si le han recetado un antibiótico, tómelo por el tiempo indicado por su profesional médico, aunque se sienta mejor. Si deja de tomarlo antes de tiempo, es posible la infección no mate todas las bacterias y se puede volver a enfermar.
Pregúntele a su profesional médico:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar a revisión.
Para ayudar a prevenir que un absceso se propague o regrese: