Broncodilatador: Agonista beta-2 de acción prolongada (LABA)

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PUNTOS CLAVE

• Los broncodilatadores agonista beta-2 de acción prolongada ayudan a prevenir problemas para respirar causados por asma, bronquitis crónica, o enfisema.
• Se toman todos los días, aunque no tenga síntomas. No brindan un alivio rápido de la sibilancia en ataques agudos.
• Tenga en claro cómo y cuándo tiene que tomar su medicamento. No tome ni más ni menos de lo que se supone que debe tomar.
• Pregúntele a su profesional médico o farmacéutico qué efectos secundarios puede producir este medicamento y lo que debe hacer si sufre estos efectos secundarios.

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¿Para qué se usa este medicamento?

Los broncodilatadores beta2-agonistas de acción prolongada (LABA, por sus siglas en inglés) se usan para prevenir los síntomas causados por asma, bronquitis crónica o enfisema. La bronquitis crónica y el enfisema también se conocen como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Este medicamento se toma todos los días, aunque no tenga síntomas. Se llama un medicamento de control, porque cuando se toma con regularidad todos los días, ayuda a controlar los síntomas.

Los LABA no brindan alivio rápido para la sibilancia cuando tiene un ataque agudo de asma. Para los ataques de asma agudos, necesita un tipo de medicamento distinto, llamado aliviador.

Si tiene asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica puede que los síntomas sean tos, sibilancia y dificultad para respirar. Sus síntomas son causados por 2 problemas distintos en las vías respiratorias.

• Un problema es que los músculos de las vías respiratorias se tensan, lo cual da una sensación de opresión en el pecho y causa sibilancia.
• El otro problema es la hinchazón, irritación y demasiada mucosidad en las vías respiratorias.

Si tiene asma, los síntomas suelen empezar tras exponerse a un desencadenante. Los desencadenantes del asma pueden incluir el polen, los animales, el moho, los resfriados, el ejercicio físico, el aire frío, la sinusitis, el reflujo y los contaminantes del aire. Es importante que sepa lo que desencadena sus síntomas, para poder evitarlas o tomar un medicamento de alivio antes de exponerse a un desencadenante.

Los LABA se usan siempre en combinación con otro tipo de medicamento de control, en general un esteroide inhalado. No se deberían usar nunca como el único tratamiento para el asma. En las personas con asma, los agonistas beta2-adrenérgicos de acción prolongada pueden aumentar el riesgo de hospitalización o muerte relacionada con el asma. Consulte con su profesional médico sobre esto. Los LABA sólo se deberían usar por poco tiempo. Es posible que su profesional médico le diga que deje de tomar los LABA una vez que otros tipos de medicamentos diarios controlen sus síntomas de asma.

Los síntomas de asma aparecen y desaparecen a lo largo del día o de la semana, y mejoran cuando toma el medicamento. Síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en general empeoran con el tiempo y nunca desaparecen por completo.

¿Cómo funcionan?

Los LABA relajan los músculos de las vías respiratorias y evitan que se pongan demasiado tensos. Cuando los músculos de las vías respiratorias están más relajados y menos tensos, tendrá menos síntomas y podrá respirar mejor. Otros medicamentos usados en combinación con los LABA pueden reducir la hinchazón y la inflamación.

El medicamento se puede tomar de distintas maneras. Por ejemplo:

• Un dispositivo de mano, como un inhalador de dosis medida (IDM) o un inhalador de polvo seco, es pequeño y resulta fácil de transportar. El inhalador ayuda a llevar el medicamento directamente a los pulmones mientras respira profundamente. Algunos inhaladores pueden necesitar un espaciador. Un espaciador es un pequeño tubo o bolsa que contiene el medicamento mientras lo respira en sus pulmones.
• Un nebulizador es un equipo para su uso en el hogar. El medicamento se mezcla con un líquido y la máquina genera un vapor o una neblina. La neblina se respira para ayudar a que el medicamento llegue a sus pulmones.

¿Qué más necesito saber sobre estos medicamentos?

• Siga las instrucciones que vienen con su medicamento, incluso la información sobre alimentos o alcohol. Tenga en claro cómo y cuándo tiene que tomar su medicamento. No tome ni más ni menos de lo que se supone que debe tomar.
• En la medida de lo posible, enjuague su boca con agua clara después de usar este medicamento.
• Intente surtir todos sus medicamentos con receta en el mismo lugar. Su farmacéutico puede ayudarlo a confirmar que es seguro tomar todos sus medicamentos juntos.
• Lleve consigo una lista de los medicamentos que toma. Enumere todos los medicamentos recetados, medicamentos de venta libre, suplementos, remedios naturales y vitaminas que toma. Informe a todos los profesionales médicos que la tratan acerca de todos los productos que está tomando.
• Muchos medicamentos tienen efectos secundarios. Un efecto secundario es un síntoma o problema causado por el medicamento. Pregúntele a su profesional médico o farmacéutico qué efectos secundarios puede producir este medicamento y lo que debe hacer si sufre estos efectos secundarios.

Si tiene alguna duda, pida más información a su profesional médico o farmacéutico. No deje de acudir a todas las citas con su profesional médico o para realizar pruebas.