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PUNTOS CLAVE
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La retinopatía diabética es un problema de los vasos sanguíneos de la retina. La retina es la membrana que cubre la parte posterior del ojo y que percibe la luz que entra en el ojo. La retina tiene vasos sanguíneos muy pequeños que se dañan fácilmente con los niveles altos prolongados de azúcar en sangre y la presión arterial alta. La retinopatía diabética es la causa más común de ceguera permanente causada por diabetes.
La diabetes es un problema con el modo en que el cuerpo usa el alimento digerido para obtener energía. El cuerpo transforma la comida que se ingiere en azúcar. La sangre transporta el azúcar a las células, donde se usa para obtener energía. Cuando se tiene diabetes, el azúcar no puede llegar a las células y permanece en la sangre. Esto eleva el nivel de azúcar en la sangre. Los niveles altos de azúcar en sangre dañan los vasos sanguíneos pequeños y hacen que se rompan y tengan derrames.
A medida que empeora la enfermedad, algunos de los vasos sanguíneos se cierran e impiden que el oxígeno llegue a la retina. Cuando ocurre esto, se forman nuevos vasos sanguíneos para compensar la falta de oxígeno. Estos nuevos vasos sanguíneos son débiles y pueden sufrir derrames y formar tejido cicatricial. El tejido cicatricial puede separar la retina de la parte posterior del ojo, lo que se denomina desprendimiento de retina. Cuando esto ocurre se puede producir una pérdida de visión.
Es más probable desarrollar una retinopatía si se padece diabetes desde hace mucho tiempo o si los niveles de azúcar en sangre están fuera de control con frecuencia.
Al principio, es posible que la retinopatía diabética no cause síntomas. A medida que el problema empeora, los síntomas pueden ser:
Su profesional médico de la vista le preguntará por sus síntomas y su historia clínica y hará exámenes y pruebas tales como:
Si se le diagnostica una retinopatía diabética, debe colaborar con su profesional médico para controlar el nivel de azúcar en sangre mediante dieta y ejercicio. La mayoría de personas con diabetes también necesitan tomar medicamentos. Un control estricto del nivel de azúcar en sangre, la presión arterial y el colesterol ayuda a demorar y posiblemente prevenir la pérdida de visión.
Si la retina se ha dañado por el sangrado, inflamación y tejido cicatricial en el interior del ojo, tal vez necesite cirugía o tratamiento con láser para conservar la vista.
Le pueden inyectar medicamentos dentro del ojo para reducir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos y reducir la inflamación.
Siga el tratamiento completo indicado por su profesional médico. Pregúntele a su profesional médico:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar a revisión. No deje de acudir a todas las citas con su profesional médico o para realizar pruebas.
Siga su tratamiento para la diabetes para así evitar muchos problemas. Un estilo de vida saludable puede ser de ayuda. Por ejemplo, con:
Si tiene diabetes, hágase ver por su profesional médico de la vista cada año, aún si no tiene problemas con su visión. Déjele saber a su profesional médico de la vista que tiene diabetes y qué medicamentos está tomando. Si tiene cambios en su vista a causa de la diabetes, puede que su profesional médico de la vista quiera que usted tenga exámenes con mayor frecuencia.