Durante el embarazo, el bebé desarrolla dentro de una bolsa llena de fluido. El saco se llama el saco amniótico. A veces también se llama la bolsa de agua. El líquido ayuda a amortiguar y proteger el bebé. También es importante para ayudar a que el bebé crezca normalmente.
Generalmente la bolsa se rompe justo antes o durante el parto. El término técnico para la ruptura de la bolsa es la “ruptura de membranas”. Más comúnmente, cuando esto sucede una mujer podría decir que se le rompió la fuente o rompió aguas.
Cuando la bolsa se rompe, el agua puede gotear lentamente o brotar de manera repentina del canal del parto (la vagina). Puede ocurrir antes o durante el trabajo de parto. La mayoría de las mujeres que no están todavía en trabajo de parto, comienzan a tener contracciones dentro de las 24 horas después de que rompen bolsa.
Si cree que su bolsa de agua se rompió:
Si esto ocurre unas semanas antes de su fecha de parto (especialmente si está a menos de 34 semanas de embarazo), es posible que su profesional médico intente detener el trabajo de parto para que el bebé tenga más tiempo de crecer y desarrollarse antes de nacer. Esto generalmente quiere decir que necesita permanecer en el hospital hasta que tenga el bebé. Su profesional médico le hará pruebas para controlar la salud de su bebé.
Si está cerca de su fecha de parto y el trabajo de parto no empieza después de que se rompa el saco, es posible que su profesional médico quiera inducir el trabajo de parto. Esto se llama parto inducido y significa que le podrían administrar medicamentos para iniciar sus contracciones.