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PUNTOS CLAVE
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La terapia con ultrasonido usa la energía de ondas sonoras de alta frecuencia para tratar algunas condiciones, como dolor en los músculos y de las articulaciones y lesiones. Se usa en tejidos blandos, hematomas o moretones musculares y tejido cicatrizal, pero no en fracturas de hueso.
Se puede usar la terapia con ultrasonido para:
Frecuentemente el ultrasonido se usa junto con un programa de ejercicios de fisioterapia y terapia manual.
Las mujeres embarazadas no deben realizarse este tipo de terapia con ultrasonido. Además, existen algunas partes del cuerpo sobre las cuales no se debe usar ultrasonido, como:
No se necesita preparación especial. No obstante, su profesional médico le podrá recomendar que haga ejercicio de precalentamiento antes del tratamiento. También es bueno estirar los músculos y los tejidos blandos sobre el área que va a recibir tratamiento.
Generalmente un entrenador certificado o un fisioterapeuta administran el tratamiento en una sala de entrenamiento o consultorio.
Un pequeño dispositivo llamado un transductor se apoya sobre su cuerpo. Se aplica una gel sobre su piel para mejorar el contacto entre su cuerpo y el transductor. El terapeuta mueve el transductor con movimientos lentos y parejos. El tratamiento generalmente dura hasta 10 minutos.
Después de la terapia con ultrasonido, se quita el gel de su piel. Su terapeuta o entrenador le dará instrucciones sobre cómo debe estirar o ejercitar el músculo y tejidos blandos del área tratada.
Todo procedimiento o tratamiento tiene riesgos. Algunos posibles riesgos de este tratamiento incluyen:
Pregúntele a su profesional médico qué riesgos puede haber en su caso. Hable también con su profesional médico sobre cualquier pregunta o inquietud que pueda tener.