El trastorno bipolar es una enfermedad que provoca cambios extremos del ánimo, la cognición y la conducta. La mayoría del tiempo hay dos fases de estado de ánimo, una fase maníaca y una fase depresiva. En la fase maníaca, su hijo tiene una gran cantidad de energía y es extremadamente activo. En la fase depresiva, su hijo está muy triste, desesperanzado y no se preocupa por nada.
El trastorno bipolar puede durar toda la vida. Los síntomas tienden a empeorar si no se tratan. El trastorno bipolar se puede controlar aunque no se cure.
Se desconoce la causa exacta de este trastorno.
El trastorno bipolar no es muy común en niños. Normalmente no se diagnostica hasta la última fase de la adolescencia.
El trastorno bipolar en niños y adolescentes no es igual que en los adultos. En los adultos, a menudo hay episodios claros de manía o depresión que duran una semana o más. En niños y adolescentes, las fases son más difusas y los cambios de una fase a otra pueden ser más frecuentes. Los niños pueden sufrir más de un episodio de depresión o manía en un solo día.
En la fase maníaca, los síntomas pueden incluir:
En la fase depresiva, los síntomas pueden ser:
Los adolescentes no suelen admitir que están tristes y deprimidos.
Su hijo también puede sufrir un episodio mixto. Un episodio mixto es una fase de manía con síntomas de depresión al mismo tiempo.
Su profesional médico o terapeuta le preguntará sobre los síntomas de su hijo. Se asegurará de que su hijo no tenga una enfermedad médica o un problema de drogas o alcohol que pueda causar los síntomas. Muchos síntomas también se asocian con síntomas de otros trastornos. Un terapeuta especialista en niños y adolescentes es el más indicado para diagnosticar el trastorno bipolar, ya que muchos niños y adolescentes pueden tener otros trastornos además del bipolar, como:
El trastorno bipolar puede tratarse exitosamente con terapia, medicamentos o ambos. Si el trastorno bipolar no se trata, tiende a empeorar. Las fases de manía y depresión pueden ser más graves y los episodios pueden aparecer más a menudo. Normalmente su hijo estará mejor tras unas semanas de tratamiento.
Medicamentos
Hay varios tipos de medicamentos que pueden ayudan a tratar el trastorno bipolar. Su profesional médico trabajará con usted para seleccionar el mejor medicamento. Si su hijo también tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD), pueden recetarse los medicamentos correspondientes. Sin embargo, en algunos casos, los medicamentos para el ADHD pueden desencadenar síntomas de manía o cambios de humor en los niños con trastorno bipolar. Los medicamentos para tratar la depresión también pueden generar síntomas bipolares en niños.
Terapia
Es útil que hable con un terapeuta de salud mental. La terapia cognitivo-conductual (CBT, por sus siglas en inglés) es una forma de terapia que ayuda a su hijo a identificar y cambiar los procesos en su manera de pensar. Cambiar los pensamientos negativos por otros más positivos puede ayudar a que su hijo aprenda a manejar las conductas problemáticas.
Con frecuencia, la terapia familiar resulta muy útil. En lugar de enfocarse solo en el niño, la terapia familiar trata a la familia como un conjunto.
Las terapia interpersonal puede ayudar a su hijo a trabajar en una o dos áreas problemáticas, como las relaciones con amigos y familiares. Aprender sobre el trastorno y cómo manejar los síntomas también ayuda.
Otros tratamientos
Puede ser útil aprender a relajarse. También le puede servir el yoga y la meditación. Es posible que desee hablar con su profesional médico acerca del uso de estos métodos, junto con medicamentos y terapia.
Se ha argumentado que ciertos productos herbales y dietéticos ayudan a controlar los síntomas de depresión. Los ácidos grasos Omega-3 pueden ayudar a reducir los síntomas de la depresión. No se conoce ningún remedio herbal o natural que sirva para tratar el trastorno bipolar. Los suplementos no están estudiados ni estandarizados y pueden variar en su fuerza y efectos. Pueden tener efectos secundarios y no siempre son seguros.
Mantenga contacto con maestros, niñeras, y las demás personas que cuidan de su hijo para compartir información sobre los síntomas que su hijo pueda estar teniendo.
Busque atención de emergencia si su hijo tiene pensamientos suicidas o quiere lastimar a otros, o si la conducta maníaca los pone en peligro a usted, a otras personas, o a su hijo.
Para obtener más información, comuníquese con: