Es posible que tenga un hijo pequeño que no es lo suficientemente maduro para ser responsable de su propio cuidado de la diabetes. También es posible que tenga un hijo mayor que todavía necesita que lo guíen un poco. Sea cual sea su caso, usted quiere sentir que su hijo está seguro en la escuela y quiere asegurarse de que no sea tratado de manera diferente porque tiene diabetes. Siga las estas pautas continuación para ayudar a su hijo a tener un año escolar seguro y saludable.
Enséñeles a las personas que trabajarán con su hijo en la escuela de qué se trata la diabetes. Llame a la enfermera de la escuela, al maestro, o al director escolar para hablar sobre la mejor manera de informar a todos los que deban saber que su hijo tiene diabetes, incluso los maestros, la enfermera de la escuela, el conductor del autobús escolar, el profesor de educación física, los empleados de la cafetería, y todos los demás que estén involucrados con su hijo en la escuela. A veces, la enfermera de la escuela o el maestro ayudarán a educar a otros integrantes del personal. Por lo general, es mejor hacer esto la semana anterior al comienzo de clases.
Usted puede obtener materiales de entrenamiento sobre la diabetes para la enfermera, los maestros, y otros que trabajarán con su hijo. Un vídeo puede ser un buen punto de partida para aprender a manejar el bajo nivel de azúcar en la sangre, lo que podría suceder mientras su hijo está en la escuela.
Es importante NO dejar que su hijo esté encargado de educar al personal de la escuela. Su hijo puede sentirse cohibido o sentir vergüenza y no completar la tarea.
La mayoría de los estados ahora requieren que haya un plan de salud escolar y un plan de respuesta ante emergencias. Un plan de salud escolar es un formulario que describe cuándo y dónde su hijo necesita tener alimento, medicamento, o hacerse pruebas. En el plan de respuesta ante emergencias se describe qué hacer en caso de una emergencia.
Asegúrese de que su hijo sepa los detalles de quién lo ayudará con las pruebas, las inyecciones y el tratamiento de niveles altos o bajos de azúcar en la sangre en la escuela.
Mantenga refrigerios y el equipo necesario para hacer pruebas de azúcar en la sangre en la escuela. Usted debe dar estos suministros a la escuela:
Una lista de instrucciones y su número de teléfono pegada a la caja de refrigerios, además del medidor de glucosa. Asegúrese que cuando estos suministros se hayan usado, usted los vuelva a surtir.
Puede ser que su hijo necesite que le midan los niveles de azúcar en la sangre antes y después de comer refrigerios y comidas, con actividad física, o cuando existen síntomas de niveles de azúcar alta o baja. Cada vez que se realiza una prueba de azúcar en la sangre, el resultado, el día y la hora deben registrarse en una hoja de registro o cuaderno de registro.
Es mejor si se permite que el niño se haga una prueba de azúcar en la sangre en el salón de clases. Si su hijo se hace la prueba en el salón de clases, puede que un adulto necesite verificar los resultados. Si su hijo debe ir a la enfermera de la escuela para hacerse la prueba, siempre debe acompañarlo otra persona. Si el nivel de azúcar en la sangre de su hijo es bajo, él puede estar confundido y no llegar a la oficina solo. Si su hijo no se lava las manos antes de hacerse la prueba, un rastro de azúcar en el dedo puede producir una lectura alta. A menudo, los niños llevan su propio medidor en la mochila. También se puede guardar un medidor en la oficina de la enfermera de la escuela o puede guardarlo el maestro. Un medidor de glucosa NO debe guardarse en el casillero de su hijo ya que podría ser difícil sacarlo ante una emergencia.
Si su hijo debe inyectarse insulina en la escuela, usted y el profesional médico de su hijo deben firmar un formulario de medicación escolar. Este debe decir específicamente cuándo debe inyectarse la insulina y en qué dosis. Consulte con su profesional médico sobre usar plumas para inyectar insulina en la escuela. Las plumas para inyectar insulina son muy prácticas, más exactas y reducen la posibilidad de cometer un error cuando se extrae una dosis en la escuela.
La enfermera de la escuela u otra persona entrenada siempre debe poder dar o supervisar la inyección. Es posible que su hijo pueda darse la inyección. S su hijo está extrayendo la insulina él mismo, es buena idea que un adulto controle la cantidad de insulina. Es posible que usted tenga que acudir a la escuela para inyectarle.
Si su hijo utiliza una bomba de insulina, el personal de la escuela debe aprender a conectar y desconectar la bomba. Es posible que su hijo deba desconectar la bomba durante la clase de gimnasia o el recreo. Debe haber un lugar seguro en donde guardar la bomba cuando esté desconectada. Puede que su hijo necesite ayuda para recordar que debe darse un bolo de insulina, sobre todo a la hora del almuerzo. Explique al personal de la escuela cómo calcular la dosis del bolo de insulina y cualquier otra importante instrucción de funcionamiento de la bomba.
Puede ser necesario que su hijo se haga una prueba de cetonas en la escuela si:
Usted debe ser notificado si el nivel de cetonas en una prueba de orina o sangre es moderado o alto. Su hijo necesitará una dosis adicional de insulina y deberá ser tratado por adultos que puedan supervisarlo constantemente, generalmente en el hogar.
Para obtener recursos para ayudarle a enseñar al personal de la escuela vea: