Estas pruebas miden muchos de los productos químicos en la sangre fabricados por el cuerpo, tales como sodio, potasio, cloruro, bicarbonato, glucosa, calcio, nitrógeno ureico en la sangre (BUN, por sus siglas en inglés), y la creatinina.
Otros nombres para esta prueba son chem-8 o panel químico. Una prueba parecida se llama un panel metabólico extenso, el cual incluye un panel de hígado, albúmina, y proteína total además de las pruebas metabólicas básicas.
A veces esta prueba se hace junto con una revisión de rutina. Esta prueba puede ayudar a diagnosticar y tratar un problema médico que tenga su hijo. La prueba no diagnóstica problemas específicos sino que ayuda al profesional médico de su hijo a saber qué otras pruebas pueda necesitar su hijo. También sirve para ver qué tan bien está funcionando el tratamiento de una enfermedad.
Esta prueba solamente tomará unos pocos minutos. Para los bebés, se pincha el talón para obtener una pequeña cantidad de sangre. Para niños mayores, se extrae una pequeña cantidad de sangre de una vena del brazo de su hijo con una aguja. La sangre se coloca en tubos y se envía al laboratorio.
Pregúntele al profesional médico de su hijo cómo y cuándo recibirá su hijo los resultados de la prueba.
El cuerpo de su hijo necesita solamente el equilibrio preciso de productos químicos para funcionar bien. Medicamentos, enfermedades, lesiones, y otras condiciones pueden afectar los productos químicos en la sangre de su hijo, como:
Los resultados de las pruebas son solo una parte de un panorama más amplio que tiene en cuenta la historia clínica, el examen físico y el estado de salud actual de su hijo. A veces, es necesario repetir la prueba para confirmar el primer resultado. Consulte con el profesional médico de su hijo acerca de los resultados y pregúntele: