Si las porciones de comida de su hijo no son muy grandes y los bocados son generalmente saludables, puede darle permiso a su hijo para que los coma. Es más, algunos niños necesitan los bocados para obtener la cantidad suficiente de calorías.
Si tiene un bebé o niño pequeño menor de 1 año de edad, no debería darle leche de vaca, clara de huevo o frutas cítricas. No le dé nueces a su hijo hasta que cumpla 2 años de edad. Supervise siempre a su bebé o niño pequeño mientras esté comiendo, para evitar que se atragante. Las comidas que lo pueden atragantar son las pasas de uvas, arándanos, uvas, pedazos de zanahoria, nueces, semillas, pedazos de mantequilla de cacahuate, caramelos duros, pedazos de perros calientes y palomitas de maíz. Si tiene dudas, córtelos en trozos más pequeños o espere a que su hijo crezca para dárselos. Su hijo corre el riesgo de atragantarse con este tipo de comidas hasta los 4 años de edad.
Está bien que su hijo coma refrigerios saludables y ocasionalmente uno que le gusta mucho, aunque no sea tan saludable. Solo tenga cuidado de limitar las comidas de altas calorías que tienen mucha grasa, como barras de chocolate, papas fritas de bolsa y helado, para que su hijo no aumente demasiado de peso y ponga en riesgo su salud.
Complacerse de vez en cuando es normal y saludable. Si su hijo nunca come algo dulce o con mucha grasa, puede comenzar a tener antojos descontrolados y comerlos de más. Es mejor dejar que su hijo goce del gusto y el placer de comer un bocado con mucha grasa y calorías de vez en cuando. Si su hijo quiere gozar de este tipo de bocado con más frecuencia, puede compensar las calorías y grasa de más haciendo más actividades físicas. Su hijo puede comer lo que le gusta, siempre y cuando permanezca activo.