Tos Ferina (Tos Convulsiva)

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PUNTOS CLAVE

• La tos ferina, también denominada la tos convulsiva, es una infección pulmonar muy contagiosa.
• El profesional médico de su hijo puede recetar un medicamento antibiótico para su hijo y aquellas personas con las que éste ha tenido un contacto domestico inmediato.
• La vacuna contra la tos ferina ayuda a proteger contra la tos ferina y forma parte de las vacunas DTaP que le darán a su hijo a partir de los 2 meses de edad. Los bebés deben recibir 3 vacunas DTaP durante su primer año de vida, seguidas de vacunas de refuerzo según se van haciendo mayores.

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¿Qué es la tos ferina?

La tos ferina es una infección pulmonar. Se llama tos ferina por el sonido de la respiración que tiene el niño después de un episodio de tos. También se llama pertussis.

Generalmente, los adultos pueden recuperarse de la tos ferina, pero es una enfermedad muy peligrosa para los bebés. Las complicaciones de la tos ferina incluyen pulmonía, convulsiones y muerte.

¿Cuál es la causa?

La tos ferina es causada por una bacteria llamada Bordetella pertussis. Los niños pueden infectarse al respirar la bacteria de alguien que está estornudando o tosiendo. Cuando los adolescentes o adultos tienen tos ferina, suele ser una enfermedad similar a un resfriado leve, de modo que no saben que tienen la bacteria y pueden transmitirla a bebés y niños.

¿Cuáles son los síntomas?

Los primeros síntomas suelen ser goteo nasal, tos moderada y enrojecimiento de los ojos. La tos puede durar un par de semanas. Cuanto más joven sea su hijo, más grave puede ser la infección. La tos puede empeorar. Puede causar vómito. Los episodios de tos en general son peores de noche. Los bebés pueden tener episodios en los que dejen de respirar y pueden no toser en absoluto.

¿Cómo se diagnostica?

Su profesional médico le hará preguntas sobre los síntomas y el historial clínico de su hijo y lo examinará. Su profesional médico puede usar un hisopo para tomar una muestra de mucosidad de la nariz de su hijo para enviarla al laboratorio para ser examinada. Su hijo puede necesitar una radiografía de tórax o también un análisis de sangre.

¿Cómo se trata?

El profesional médico de su hijo le puede recetar medicamentos antibióticos. El medicamento puede ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad, pero no la va a curar de inmediato. Como la tos ferina es una enfermedad muy grave en los bebés, los bebés quizás se tengan que quedar en el hospital para recibir tratamiento.

Su hijo deberá quedarse en casa, ausentarse del trabajo, la escuela o los lugares públicos hasta haber terminado su medicamento antibiótico o hasta que el profesional médico de su hijo diga que está bien hacerlo.

Todas las personas de contacto domestico inmediato con su hijo tendrán que tomar un antibiótico para no enfermarse y no transmitir la bacteria a otras personas. Esto incluye a las personas que viven con su hijo y aquellas encargadas de su cuidado.

¿Cómo puedo cuidar a mi hijo?

Llame al 911 o busque atención de emergencia de inmediato su hijo tiene problemas para respirar, deja de respirar o se pone azul.

• Si el aire del dormitorio de su hijo es seco, un humidificador del ambiente de agua destilada de aire frío puede humedecer el aire y facilitar la respiración. Asegúrese de seguir las instrucciones del fabricante para limpiar el humidificador a menudo para que las bacterias y el moho no puedan crecer. También puede abrir el agua caliente de la ducha o bañera para aspirar vapor en el cuarto de baño. Si su hijo tose mucho o tiene problemas para respirar, haga que se siente en el baño lleno de vapor por 10 a 15 minutos.
• Usar agua salina ayuda a adelgazar la mucosidad en la nariz y garganta para que sea más fácil respirar.
• No de medicamentos contra la tos a niños menores de 4 años de edad. Si su hijo está entre las edades de 4 y 6 años, los medicamentos para la tos por lo general no son útiles, por lo tanto pregúntele a su profesional médico antes darle cualquier medicamento para la tos. Para los niños mayores de 6 años de edad, los medicamentos para la tos generalmente no son útiles.
• Aliente a su hijo a que tome mucho líquido para ayudar a soltar la mucosidad y expulsarla más fácilmente al toser. Los líquidos también pueden ayudar a que su hijo respire mejor.
• Asegúrese de que su hijo descansa bastante.
• Mantenga a su hijo lejos de las cosas que pueden desencadenar tos, como humo, perfumes o contaminantes.
• Siga las indicaciones del profesional médico de su hijo. Pregúntele a su profesional médico:
  • Cómo y cuándo le darán los resultados de las pruebas de su hijo
  • Cuánto tardará su hijo en recuperarse
  • Qué actividades debe evitar su hijo y cuándo puede retomar sus actividades normales
  • Cómo cuidar de su hijo en el hogar
  • Ante qué síntomas o problemas tiene que estar alerta y qué hacer si su hijo los tiene
• Asegúrese de saber cuándo debe regresar su hijo a revisión. No deje de acudir a todas sus citas con su profesional médico o para realizar pruebas.

¿Cómo puedo ayudar a prevenir la tos ferina?

La vacuna contra la tos ferina ayuda a proteger contra la tos ferina y forma parte de las vacunas DTaP que le darán a su hijo a partir de los 2 meses de edad. Los bebés deben recibir 3 vacunas DTaP durante su primer año de vida, seguidas de vacunas de refuerzo según se van haciendo mayores.

Asegúrese de que su hijo obtenga todas sus dosis de DTaP de forma programada – 5 vacunas para cuando cumpla 6 años de edad. La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa y puede matar a los bebés. La vacuna DTaP es muy segura y efectiva en la prevención de esta enfermedad. El riesgo de tener problemas o daño de largo plazo debido a la vacuna contra la tos ferina es muy bajo. El profesional médico de su hijo analizará con usted los efectos secundarios posibles.

Una vacuna de refuerzo contra el tétano-difteria-tos ferina llamada la inyección de Tdap se debe poner a la edad de 11 o 12 años. Las personas adultas y los adolescentes que no recibieron la vacuna de refuerzo a esta edad debed ponerse una inyección Tdap una vez, especialmente si la familia está esperando la llegada de un bebé, y cada 7 a 10 años de ahí en adelante. Cualquier persona en contacto cercano con bebés debe estar al día con su vacuna contra la tos ferina.