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PUNTOS CLAVE
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Una lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) es una lesión en uno de los ligamentos de su rodilla. Los ligamentos son bandas de tejido resistente que conectan un hueso con otro para formar las articulaciones. El LCA conecta el hueso del muslo con el hueso de la espinilla (la tibia). El LCA, junto con otros ligamentos, mantiene su rodilla y los huesos de la pierna en su lugar al caminar o correr. Cuando se lesiona un ligamento, se puede estirar, rasgar parcialmente o desgarrar por completo. Los desgarros completos hacen que la articulación de la rodilla esté muy suelta y sea inestable.
Una lesión del ligamento también se llama una torcedura o esguince.
Una lesión del LCA puede ser causada por una actividad súbita que tuerce o desgarra un ligamento, como por ejemplo:
Los síntomas pueden incluir:
Si se desgarró el LCA hace meses o años y no lo ha reparado con cirugía, puede sentir que su rodilla está debilitada y se afloja cuando la tuerce, gira o salta.
Su profesional médico le preguntará sus síntomas, actividades e historia clínica y le hará un reconocimiento. Quizás le saquen radiografías o le hagan otros estudios de imagen. Por ejemplo, le pueden hacer un estudio de resonancia magnética, que usa un campo magnético intenso y ondas de radio para generar imágenes detalladas de la articulación de la rodilla.
Deberá cambiar o dejar las actividades que causan dolor hasta que el ligamento esté sanado.
Si su articulación está inflamada, es posible que su profesional médico le tenga que sacar fluido de la rodilla con una aguja y jeringa.
Puede que su profesional médico le coloque una venda elástica alrededor de la rodilla para evitar que la hinchazón se agrave. Es posible que se tenga que inmovilizar su rodilla y usar muletas para protegerla mientras sana.
En el caso de desgarros totales, usted tendrá que decidir junto con su profesional médico si va a hacer una rehabilitación intensa o si es mejor operarse y después hacer rehabilitación. Un LCA desgarrado no se puede reparar simplemente cosiéndolo. Se lo debe reconstruir con ligamentos o tendones de otra parte de la pierna, para volver a conectar el hueso del muslo con el hueso de la espinilla.
Si tiene un ligamento cruzado anterior completamente desgarrado y no se lo repara con cirugía, los efectos le durarán toda la vida. Puede sentir que su rodilla está floja y que cede al correr o cambiar bruscamente de dirección. Para mejorar estos síntomas tendrá que hacer ejercicios de rehabilitación y usar un arnés especial. Si puede realizar sus actividades normales sin dolor, y está dispuesto a dejar las actividades que esfuerzan de más la rodilla, es posible que no necesite una operación.
Puede decidir hacerse una cirugía reconstructiva del ligamento anterior cruzado si:
Para reducir la hinchazón y ayudar a aliviar el dolor durante los primeros días tras la lesión:
Siga las instrucciones de su profesional médico, incluyendo cualquier ejercicio que le haya recomendado. Pregúntele a su profesional médico:
Asegúrese de saber cuándo debe regresar a revisión. No deje de acudir a todas sus citas con su profesional médico o para realizar pruebas.
Los ejercicios de precalentamiento y estiramiento antes de realizar actividades pueden ayudar a prevenir lesiones. Por ejemplo, haga ejercicios que fortalezcan los músculos del muslo y la corva y estiren los músculos de su pierna.
Siga las reglas de seguridad y use el equipo de protección recomendado para su trabajo o deporte. Por ejemplo, si esquía, pídale a un profesional competente que ajuste correctamente las fijaciones para que suelten el esquí al caerse.