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Vivir con una persona que tiene una enfermedad mental

(Living with a Mentally Ill Person)

Una enfermedad mental es una afección médica relacionada con el cerebro. Las enfermedades mentales generan problemas con la capacidad de pensar, el estado de ánimo o la conducta que interfieren con la vida diaria y causan angustia. Si es familiar o amigo de una persona que tiene una enfermedad mental, es probable que también sufra. Es probable que se sienta preocupado, frustrado, confundido y, a veces, desesperado. Tal vez no comprenda por qué un ser querido no puede dejar de actuar de cierta forma. Es probable que se sienta:

  • Culpable de que “todo esto” sea su culpa.
  • Enojado porque su ser querido solo busca atención, es holgazán, no coopera o hace las cosas a propósito.
  • Confundido por el cambio de conducta de su ser querido.
  • Avergonzado por la forma en que su ser querido actúa en público.
  • Resentido por tener que asumir más responsabilidades.
  • Temeroso de desarrollar también una enfermedad mental.
  • Impotente porque no sabe qué hacer.

Es importante que recuerde que no puede hacer lo siguiente:

  • Resolver todos los problemas de su ser querido por él o ella.
  • Hacer que su ser querido cambie.
  • Hacer que la enfermedad desaparezca ignorándola.

¿Cómo puedo ayudar a un ser querido?

¿Cómo puede ayudar a un ser querido si le diagnostican una enfermedad mental? Trabaje en conjunto con la persona enferma y el equipo de profesionales de salud mental. Tome las cosas lentamente, paso a paso. La velocidad a la que se avance no es tan importante como avanzar en la dirección correcta. Intente mantener una actitud positiva hacia su ser querido. Una actitud no prejuiciosa le permite a la persona enferma centrarse en sobrellevar la enfermedad y recuperarse en lugar de tratar de lidiar con la ira y el resentimiento.

  • Ayude a la persona a crear y seguir rutinas, por ejemplo, horarios regulares para levantarse e irse a dormir. Haga los cambios poco a poco para evitar el aburrimiento, sin generar estrés.
  • Ayude a la persona a dividir las tareas en pasos pequeños. Por ejemplo, ayude a que una persona llegue a la escuela en horario ayudándolos a elegir la ropa. Trabaje en una cosa a la vez.
  • Ayude a la persona a establecer objetivos realistas. Establecer objetivos demasiado ambiciosos lo predisponen a usted y a su ser querido al fracaso. Los objetivos para algunas personas pueden ser trabajar a tiempo parcial o ir a la escuela. Para otros, llegar al lugar donde está servida la cena es todo un logro.
  • Apoye y acepte lo que la persona puede hacer. Alabe las mejorías por más pequeñas que sean. Cuando usted es muy crítico o sobreprotector, su ser querido puede sentir temor.
  • Ayude a concentrar la energía de la persona en actividades como caminar, correr, nadar o bailar. La actividad puede calmar a la persona y darle una sensación de éxito.
  • Aunque sea difícil, deje que su ser querido tome sus propias decisiones. Resista la tentación de tomar usted la decisión, inclusive si la persona cambia de opinión constantemente. Ignore lo que no puede cambiar. Esto quiere decir que deberá dejar pasar algunas cosas.
  • Intente reducir el estrés para su ser querido. Las tensiones cotidianas que la mayoría de las personas manejan sin problemas pueden hacer que algunas personas con enfermedades mentales tengan más probabilidades de empeorar.
  • Ayude a la persona a recordar que debe tomar sus medicamentos recetados. Intente recordarle a su ser querido lo mucho que los medicamentos lo ayudarán en lugar de regañarlo o criticarlo.
  • Hable de forma amable y respetuosa. Escuche lo que la persona dice. Intente no estar a la defensiva. Hablen entre ustedes y con el equipo de atención médica. Si se trabaja en conjunto, la comunicación es importante. Busque ayuda profesional cuando la necesite para enfrentar:
    • Pensamientos suicidas. No tenga miedo de hablar sobre pensamientos suicidas. Si su ser querido sigue pensando en el suicidio, especialmente si escucha voces que le indican que se suicide, infórmeselo a su médico.
    • Efectos secundarios de los medicamentos como sedación y aumento de peso.
    • La comprobación de la realidad. Si la persona con enfermedades mentales le dice que otras personas la están maltratando, corrobore las historias antes de reaccionar.
    • Conductas violentas o agresivas. Si es una persona agresiva o violenta, vaya a un sitio seguro, como una habitación de su casa que se pueda cerrar por dentro. Llame al terapeuta de su ser querido y a la policía inmediatamente. Hasta que llegue la ayuda, intente permanecer en calma y hablar en voz baja. Intente que la otra persona siga hablando y manténgase a salvo.
    • Recaídas. Si nota sentimientos o acciones que son inusuales en su ser querido, como perder interés en las cosas, deprimirse cada vez más, tener problemas para concentrarse o tomar decisiones, alejarse, sentirse abrumado o tener problemas para dormir, llame a un profesional de la salud mental. Obtener ayuda profesional de manera temprana puede ayudar a que la persona no empeore.
  • Tenga en cuenta que las recuperaciones siempre incluyen caídas y contratiempos. Lo importante es no tomar un contratiempo como un fracaso.
  • Decida de forma realista cuánto apoyo y cuidado puede ofrecer. Explíquele esto a la persona con enfermedad mental y a los médicos, terapeutas y otros responsables. Los hogares compartidos, apartamentos supervisados o los programas de tratamiento residencial pueden ser opciones.

¿Cómo puedo cuidarme?

Comprenda que su ser querido tiene una enfermedad. Al igual que para un ataque cardíaco, hay tratamientos y posiblemente medicamentos para este problema. Necesita información sobre las enfermedades mentales y su significado para la familia. Esto le ayudará a saber qué conductas pueden esperarse, y qué hacer y decir cuando se presentan dichas conductas. Dedique tiempo a aprender sobre la enfermedad.

Considere unirse a un grupo de apoyo. Hablar con otras personas que se enfrentan a los mismos desafíos puede ayudarlo a sobrellevar las enfermedades mentales y el impacto que estas tienen en su vida. Hable con sinceridad sobre sus sentimientos y aliente a sus familiares a hacer lo mismo.

Además de sus necesidades de información, habilidades y apoyo, usted se enfrenta al desafío especial de reconocer que sus necesidades y deseos importan. No ignore sus propias necesidades mientras intenta satisfacer las necesidades de un ser querido. Cuidar a una persona con enfermedad mental puede exigir mucha energía. Programe tiempo para relajarse y aliviar su estrés. Acepte sus sentimientos y busque formas de liberarlos a diario. A continuación, se muestran algunas sugerencias:

  • Hable con un amigo.
  • Haga ejercicio con regularidad.
  • Evite la cafeína.
  • Siga una dieta saludable.
  • Evite el alcohol.
  • Realice un pasatiempo que disfrute.
  • Duerma lo suficiente.
  • Haga salidas sin la persona que cuida. Algunos ejemplos de salidas pueden ser ir a ver una película, o salir a almorzar o tomar un café con un amigo o familiar.
  • Dedíquese tiempo todos los días para hacer algo que disfrute. Por ejemplo, tome un baño, reciba masajes, medite o simplemente cierre sus ojos y descanse unos minutos.

Para obtener más información, póngase en contacto con:

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Adult Advisor 2016.4 published by RelayHealth.
Last modified: 2014-02-13
Last reviewed: 2016-08-05
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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